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Ignacio Babé estuvo acompañado por Javier Cortés, consultor especialista en localización de la Agenda 2030, Javier Targhetta, presidente de Atlantic Cooper, y Ana García Huerta, asesora de comunicación y contenidos y encargada de moderar la charla. Los cuatro hablaron sobre la necesidad de incluir los ODS en la estrategia de las organizaciones para construir liderazgo y crecimiento sostenible a largo plazo.

Durante la charla hubo mención a todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a las oportunidades de negocio que ofrecen. De hecho, se hizo bastante hincapié en el número 17, vinculado a las alianzas entre organizaciones. Los ponentes estuvieron de acuerdo en que cada vez es más importante la colaboración de todos los agentes que conforman nuestro entorno, públicos y privados, organizaciones grandes y pequeñas, incluso la propia sociedad a través de sus hábitos de consumo y sus herramientas de comunicación.

“Ahora los CEOs están muy pendientes de la respuesta social, a veces incluso más que de la opinión de los inversores”, comentó el portavoz del Club Excelencia en Gestión. Por otra parte, se ahondó sobre la necesidad de que las tecnologías que se vayan desarrollando estén enfocadas a lograr el cambio, esa transformación social que mire hacia los ODS. Y sin perder de vista que van a estar hechas por personas para mejorar la vida de las personas.

También se incidió en la importancia de crear una conciencia real y no impuesta, “que cada vez seamos más los que estemos convencidos de que hay que alcanzar los ODS, porque la colaboración conjunta es la que genera mayor impacto”. En este sentido, Babé explicó que esto se está consiguiendo a través del trabajo desde el plano educativo, enseñando a los más jóvenes cuáles son los límites de nuestro planeta y mostrándoles el camino para convertirse en changers.

Este concepto de cambio y transformación muestra que si trabajamos entre todos en un ambiente de cocreación podemos frenar los efectos del cambio climático o ir cerrando brechas económicas y sociales, entre otros retos de futuro. Aunque los ponentes aseguraron que es difícil conseguir plenamente los ODS en el 2030, según las directrices de la ONU, estuvieron de acuerdo en afirmar que vamos por el buen camino.

De hecho, se comentó el ejemplo de las empresas que utilizaban el Modelo EFQM hace 30 años y de cómo se han ido transformando hasta la actualidad. “Las organizaciones ya no sólo miran sus resultados, han aprendido a cumplir con su propósito, a atender a sus grupos de interés y a planificar estrategias alineadas con los ODS, porque ser responsable en estos aspectos repercute en los resultados y en la sostenibilidad del futuro”, explicó Babé.