Se cumple ahora un año del inicio en España de la pandemia, lo que puso de manifiesto la fragilidad no solo del ser humano sino de la sociedad civil en su conjunto, así como del sector empresarial. Una circunstancia que a su vez despertó como antes nunca la responsabilidad colectiva para abordar con generosidad una situación que atacaba no solo al corazón de forma de vida, sino también a la supervivencia en la economía.  Así lo comprendimos desde IFEMA volcándonos en nuestro compromiso social y en nuestro servicio a España. Fue nuestro primer ejercicio de transformación, convirtiéndonos en el mayor hospital de emergencias de Europa y aliviando la presión asistencial del sistema sanitario. Sin duda este fue el primer gran aprendizaje que nos ha ayudado en el proceso de cambio que nos ha acompañado desde el pasado mes de marzo.

En este tiempo, hemos aprendido a marchas forzadas a teletrabajar, a impulsar el cambio en los modelos de trabajo. Hemos liderado un proceso de digitalización capaz de desarrollar plataformas que sumasen nuevas audiencias, y que nos permitiesen seguir dando servicio a las empresas los 365 días del año. Hemos vencido a una realidad que nos impedía celebrar eventos físicos, reinventándonos y especializándonos en ferias virtuales e híbridas, aunque sin perder de vista el valor intrínseco de las ferias que es el contacto humano, indispensable para inspirar proyectos, conectar empresas, generar negocios.

El mundo de la ferias, del turismo de negocio,  ha sufrido la peor crisis de su historia. IFEMA ha pasado de celebrar el mejor año de su trayectoria, en 2019, a encadenar muchos meses sin apenas actividad. Un tiempo en el que, nuestro esfuerzo se ha guiado a  enriquecer el potencial futuro de nuestro negocio y a prepararnos para acompañar mejor dotados a la vida económica, política, social y cultural de nuestro país.

Y esto es vital para la economía de Madrid, siendo IFEMA uno de sus principales motores. El 3,8% del PIB de la ciudad y el 2,2% del producto interior bruto de la Región son consecuencia de nuestra actividad. Hablamos de más de 5.100 millones de euros anuales y casi 40.000 empleos. Para sectores como la hostelería y restauración, ocio, compras o transporte es fundamental el movimiento de viajeros que se genera como consecuencia de los acontecimientos que se celebran en nuestros recintos. Ello sin entrar en la capacidad de impulsar el negocio de las empresas participantes en nuestras ferias y eventos, lo que hace imprescindible que IFEMA sea capaz de reactivarse cuanto antes para apoyar la recuperación económica de nuestro país.

Nuestro horizonte se sitúa en los meses de abril y mayo, si bien en marzo ya contamos con la celebración de la primera feria presencial celebrada en España. Y en mayo, FITUR será el gran hito de la movilidad internacional  y la mayor prueba  de validación de los protocolos y medidas de seguridad sanitarias para hacer de la feria no solo un elemento clave para la  recuperación del turismo, - como así lo ha reconocido el Gobierno, designándolo Acontecimiento de Excepcional Interés Público para los tres próximos años- sino para  estimular la vuelta del turismo seguro a nuestro país y al mundo entero.

En definitiva, en IFEMA estamos en constante evolución, gestionando inteligentemente el cambio e invirtiendo fuertemente en dotarnos de las mejores herramientas y protocolos sanitario para confirmar a IFEMA como un espacio ultra seguro.