Para ello se han diseñado oficinas modernas, con una cuidada estética, lugares atractivos, con materiales nobles, confortables, que configuran un espacio agradable para los empleados. En ellos existe la opción de contar con fruta fresca, alimentación saludable, clases especiales, gimnasio o actividades físicas… un conglomerado que, en definitiva, genera bienestar en el empleado, refuerza el sentido de pertenencia y hace que se sienta orgulloso de volver a la oficina.

En este contexto, las empresas se preocupan por aplicar una filosofía en sus entornos laborales que tenga en cuenta los espacios vitales y sostenibles y que conforme un impacto positivo entre sus colaboradores. A esto hay que sumar inquietudes como la flexibilidad y la sostenibilidad, que cada vez están más presentes dentro de los equipos humanos. Todos los esfuerzos de las compañías van encaminados a cubrir estas necesidades para, con ello, conseguir no solo atraer talento, sino también retenerlo. Dos problemas a los que se enfrentan hoy en día los equipos de dirección y de recursos humanos de las empresas.

Pero no basta con cubrir las necesidades a través de los servicios, sino que esos servicios deben aportar valor para los empleados y para la empresa.

Es por esta razón que surgen las nuevas tendencias de espacios de trabajo, lugares colaborativos y agradables, innovadores y dinámicos, donde los empleados pueden reunirse con sus compañeros y tener un contacto más cercano con sus líderes, donde además pueden disfrutar de momentos de ocio y potenciar el trabajo en equipo con salas flexibles y polivalentes que permiten fomentar la creatividad.

El nuevo diseño de los espacios de trabajo más dinámicos y versátiles, con oficinas más eficientes y sostenibles, es vital para que las empresas puedan ser más competitivas y captar y retener el talento de una sociedad en la que el entorno laboral ha cobrado aún más importancia, no solo para el desarrollo profesional del individuo, sino para obtener una experiencia vital que proporcione una mejora del día a día de las personas.

Hacia ahí se dirigen hoy en día los esfuerzos de aquellas empresas comprometidas con las personas y con el planeta. Pero esto no será el final del camino. Las energías puestas en crear estos nuevos espacios laborales vitales tienen que ir más allá de las empresas y tienen que ser también los propios empleados los que tomen conciencia del papel que juegan. Para lograrlo, es fundamental que cada persona trabaje su bienestar interior. Solo así podrán mejorar el bienestar y generar emociones positivas dentro de los equipos humanos.