Este artículo explora la importancia de la resiliencia en las organizaciones y su papel clave en la capacidad de adaptación y respuesta ante crisis y cambios del entorno. Destaca cómo la alta dirección debe fomentar un liderazgo resiliente que fortalezca la cultura organizacional y el compromiso de los colaboradores. La resiliencia no solo es una herramienta para superar adversidades, sino también un factor que permite a las empresas mantenerse competitivas mediante la innovación, la adaptabilidad y la gestión del talento humano.
Se identifican características clave de las organizaciones resilientes, como la comunicación efectiva, la transparencia y la preparación, así como el impacto positivo en la motivación y el desempeño de los empleados.
En un contexto de incertidumbre económica y cambios constantes, las empresas deben adoptar modelos de gestión flexibles y estrategias de liderazgo que fomenten el sentido de pertenencia, la toma de decisiones ágil y el aprendizaje continuo. Además, se resalta el papel de la tecnología en la resiliencia organizacional, especialmente en la transformación digital y la adaptación al teletrabajo.