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El caso de Agroislas, PYME de 10 empleados, con 15 años de experiencia en ingeniería especializada en la transmisión del conocimiento y asesoramiento agronómico a empresas agrícolas, explotaciones ganaderas, complejos hoteleros y extrahoteleros, viveros de producción de planta ornamental, hortícola y frutícola, es un buen ejemplo de transición sin miedo al nuevo Modelo EFQM. Su experiencia nos la cuenta Víctor García Bethencourt, director de la compañía, durante la jornada de Buenas Prácticas organizada por el Club Excelencia en Gestión: De la versión 2013, a la versión 2020 del Modelo EFQM. Cómo hacer una transición exitosa.

¿Qué ocurre tras la evaluación? ¿Cuáles son los siguientes pasos que se deben dar?

El primer paso inmediato tras la evaluación es asimilar todo lo aprendido, asentar toda la información obtenida durante la evaluación e incorporarla a nuestro día a día para afianzarla en nuestro equipo y aplicarla a nuestra dinámica de equipo. Durante la evaluación vamos tomando notas que surgen de la interacción con los evaluadores, que supone para nosotros un valioso tesoro porque supone un gran aprendizaje. Tras esta fase, continuamos trabajando aplicando el nuevo Modelo EFQM, combinando nuestras actividades diarias con la gestión de la calidad y excelencia. En nuestro caso, no paramos de ampliar miras y de obtener información que nos ayude a mejorar constantemente y a aumentar nuestra eficacia. Toda esta filosofía se transmite al equipo a diario, intensificándola en nuestras reuniones de equipo semanales para que todas las personas que componen Agroislas formen parte también de la filosofía EFQM.

Como pyme, ¿qué dudas os generaba seguir y evaluaros con el Modelo EFQM?

En nuestro caso ya tenemos cierta experiencia con el Modelo EFQM, ya que en el año 2015 conseguimos el Sello EFQM 300+, en el año 2018 conseguimos el Sello 400+ y este año 2021 hemos conseguido el Sello EFQM 500+, todo fruto de nuestra fuerte apuesta por la mejora continua y nuestra confianza en el Modelo EFQM. Estos años nos han servido para acumular experiencia y para incorporar el Modelo EFQM en nuestro ADN. Además nos ha servido para integrar el Modelo en nuestro esquema de empresa para que camine con nosotros y nos acompañe en nuestro camino. Aún así, el crecimiento supone también tener dudas nuevas y el aprender para resolverlas, cosa que agradecemos y que esperamos que siempre nos pase (única forma de seguir aprendiendo siempre). Estas dudas van siendo resueltas poco a poco, asesorándonos con personal especializado. Además, aprovechamos las evaluaciones también para aprender y resolver muchas cuestiones interesantes para aplicar el Modelo.

¿Cómo ayuda el Modelo EFQM a pymes como la vuestra?

 En nuestro caso el Modelo EFQM ha sido de muchísima ayuda, por varios motivos principales que paso a detallar. El Modelo EFQM permite conocer la posición que ocupa nuestra empresa en el ecosistema, regular y medir las interacciones con grupos de interés, partners, proveedores, clientes y demás agentes de este ecosistema. Del análisis de estas relaciones surge información relevante para nuestro crecimiento, ya que permite no sólo optimizar recursos, sino también conocer la experiencia que estos grupos tienen con nosotros, sus necesidades y la información que pueden darnos para construir nuestra empresa de forma que engrane con nuestro entorno. El Modelo EFQM permite también establecer dinámicas y estrategias que consoliden más y mejor a nuestro equipo, con todos los beneficios que ello supone tanto para la empresa como para los clientes y el equipo humano que compone Agroislas. Por último, nos permite conocer y aplicar nuevas formas de pensar y de gestionar la empresa, de manera que se puedan tomar decisiones estratégicas que nos permitan crecer, desarrollarnos, satisfacer las necesidades de nuestros grupos de interés y caminar hacia el futuro de manera sostenible y respetuosa, tanto con el medio ambiente como con la sociedad.