Este informe, elaborado por la UNESCO, presenta una hoja de ruta integral para reformar el sistema educativo mexicano con base en 11 impulsores estratégicos. Esta visión busca consolidar una educación equitativa, inclusiva y de calidad como eje central para combatir la desigualdad, la violencia y los efectos del cambio climático.
Se destacan avances relevantes en políticas educativas del país, como el programa de becas Benito Juárez y la Nueva Escuela Mexicana, pero también identifica importantes rezagos, especialmente en educación inicial, equidad de género y sostenibilidad.
Se plantean propuestas claras para transformar el sistema: asegurar entornos escolares seguros, empoderar al profesorado, cerrar la brecha digital con un enfoque humanista, garantizar igualdad sustantiva de género, fomentar la educación para el desarrollo sostenible y fortalecer la gobernanza educativa. Asimismo, hace hincapié en el papel de la ciencia y la innovación para proyectar un futuro sostenible y en la necesidad de un financiamiento suficiente y sostenido que permita alcanzar los compromisos nacionales e internacionales en educación hacia 2030.