Este informe proporciona una panorámica multidimensional del desarrollo de España entre 2014 y 2024, clave para orientar decisiones estratégicas en políticas públicas, empresariales y territoriales en un contexto de transformación estructural.
Se examina cómo España ha afrontado desafíos como la recuperación tras la crisis de 2008, la pandemia de COVID-19, las tensiones territoriales —con especial atención al caso catalán— y la creciente demanda de transformación digital, sostenibilidad y cohesión social. Además de identificar los logros económicos, sociales e institucionales, pone en valor hitos como la consolidación de la monarquía parlamentaria bajo Felipe VI, el fortalecimiento del papel de las comunidades autónomas, y la evolución del sistema productivo hacia modelos más competitivos, sostenibles y digitalizados.
El estudio no solo ofrece una visión retrospectiva, sino que también señala los grandes retos del futuro inmediato, como el envejecimiento poblacional, la baja natalidad, la "España vaciada", la desigual financiación territorial y la necesidad de modernizar la administración pública. Además, destaca el papel fundamental de la colaboración público-privada en la implementación de los fondos europeos Next Generation, así como el valor de instituciones intermedias como las Cámaras y los Colegios profesionales.