Este informe proporciona una base empírica y metodológica para la toma de decisiones estratégicas en políticas educativas, diseño curricular y planificación laboral ante escenarios de cambio estructural e incertidumbre.
Frente al alarmismo sobre la automatización, el estudio combina inteligencia artificial y juicio experto para analizar no solo los efectos tecnológicos, sino también otros factores estructurales como la globalización, el envejecimiento de la población, la urbanización, la sostenibilidad ambiental y las desigualdades. A través de talleres prospectivos y modelos de aprendizaje automático aplicados a datos del sistema O*NET, los autores logran estimar qué ocupaciones podrían crecer, reducirse o mantenerse estables en Estados Unidos y Reino Unido hacia 2030, y qué habilidades serán clave.
Entre las principales conclusiones, se destaca que ocupaciones del sector público, salud, educación y servicios personales tienen altas probabilidades de expansión, mientras que ciertos trabajos administrativos y de manufactura podrían decrecer. No obstante, el estudio subraya que el rediseño de tareas y la inversión en formación pueden mejorar las perspectivas incluso en ocupaciones en declive. Las competencias más valoradas en el futuro incluirán habilidades interpersonales, cognitivas de orden superior y de pensamiento sistémico.